martes, 2 de agosto de 2011

LAS EXCUSAS SATISFACEN AL Q LAS DA...

Hablemos hoy de las excusas: Muchas personas viven la vida dando excusas y mueren dando excusas, quién no conoce gente que padecen de esta enfermedad, porque para mí es una enfermedad. Unos las utilizan más que otros. Las excusas son pretexto al cual echamos mano para dar una evasiva a una situación un poco incómoda y con la cual, tratamos de justificarnos “Mañana lo hago”, “Es que no puedo”, “¡Pero es que tú!” “Yo nací así”, “¡Soy tan infeliz!”: ¿Qué más quieres que diga?, ¡Estaremos condenados a la misma situación!, ¡No controlo la situación!.. “. ¡Es que nací pobre! Es que mi carácter es así. Las personas son maestras en dicho arte. ¿Quién no ha recurrido a la excusa alguna vez? Muchas veces, hicimos tan bien el relato, que hasta nos pareció haber dicho la verdad… Si fuéramos sinceros y nos hiciéramos un pequeño examen de conciencia, nos daríamos cuenta, con cierta indiferencia, las veces que recurrimos a las excusas en un solo día; pero estamos tan acostumbrados a las excusas que nos quedamos insensibles.

¿Han oído hablar de la “Excusitis”? Es una enfermedad endémica que se agrava si no es atacada a tiempo. Si no se elimina, termina causando dos enfermedades aun más graves: la “Desmoralitis” y la “Fracasitis.
Definición de la enfermedad: Se manifiesta con agudos ataques de excusas surtidas. (Las excusas son las mentiras con que queremos convencernos a nosotros mismos para no hacer algo, o para evadir responsabilidades ante la vida.) La gente que me conoce, sabe que no acepto excusas,” Las excusas satisfacen el que las da y debilita el carácter del que las acepta” y a mí no me gusta que debiliten mi carácter. Por lo general no doy tampoco excusas, no me gusta debilitarle el carácter a nadie.
“Frases típicas” de esta enfermedad son: 

“NO TENGO TIEMPO”.

¿Para qué mentir? Muchas veces es lo mismo que decir “no tengo ganas”. Es curioso que la gente más ocupada es justamente la que encuentra a veces más tiempo para hacer otras cosas.
“NO TENGO BUENA SALUD”. 
¿Está seguro? Piense en los grandes hombres y mujeres de la historia que podrían haber usado esta excusa para no hacer lo que hicieron.
“NO TENGO EDAD PARA ESO”.
Si no tuvo la edad a los 20, tampoco la va a tener a los 40. Hay jóvenes de 70 años y viejos de 30. Solamente es demasiado tarde cuando usted piense que es demasiado tarde.
“ME FALTA CAPACIDAD”. 
¿No será más bien que le falta constancia? Porque la constancia, la perseverancia, es el 90% de lo que después llamamos “habilidad”. .
“TENGO MALA SUERTE”. 
¿De veras lo ha intentado? No busque usted suerte si no ha habido planificación, optimismo, perseverancia. Las dificultades hay
que aprovecharlas para aprender, y los fracasos usarlo como lección para empezar de nuevo.
“TENGO MIEDO”. 
La indecisión y el aplazamiento de las decisiones lo hacen crecer. No hay que dilatar inútilmente lo que usted sabe que tendrá que enfrentar tarde o temprano. Hable con esa persona, vaya donde tiene que ir, tome esa decisión de una vez. Se sacará un peso de encima y adquirirá nueva confianza en USTED mismo.
La próxima vez que sea víctima de esta enfermedad y quieras usar una excusa de estas, piense primero….”¿A quién quiero engañar?” Y repito: Las excusas satisfacen el que las da y debilitan el carácter del que las acepta. Antes de decir una excusa piense, enfréntese a sus responsabilidades, no posponga y veras que se curará de este mal.

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